LLEGADA A LA HABANA
- Sube que te llevo a...
- 25 abr 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 26 abr 2018
¡Hola viajeros! Para intentar no dejarme nada por el camino, voy a intentar recrear nuestro viaje paso por paso, y así daros el mayor número de información posible.

Llegamos al aeropuerto de La Habana, sobre las seis de la tarde, pasamos los controles de acceso y recogimos las maletas, y ya salimos del aeropuerto.
Nada más salir de la terminal de llegadas del aeropuerto a mano izquierda encontrareis una cadeca donde podréis cambiar dinero.
Nosotros llevábamos contratado el desplazamiento hasta el hotel, pero si no es vuestro caso, en la misma puerta hay mil taxis esperándote.
Después de esperar más de una hora bajo la lluvia a que llegara nuestro bus, pusimos rumbo al hotel, y he de decir que la primera impresión fue más bien mala. Debido a la tormenta la mayoría de las farolas no estaban encendidas, y supongo que entenderéis cuando os digo que nos causó bastante impresión ir pasando por distintos barrios (que ni conoces ni ubicas) totalmente a oscuras.

Nos alojamos en el hotel Meliá Habana, y a pesar de que en tripadvisor habíamos leído algunas opiniones bastante malas, he de decir que el hotel está genial.
Evidentemente es un hotel antiguo, pero las habitaciones son grandes y están limpias (que es lo que más me importa a mí personalmente), se encuentra ubicado en el barrio de las embajadas, y aunque está un poco alejado de la Habana Vieja, tiene un servicio de bus gratuito para los huéspedes cada hora, que te deja y recoge en plena Habana Vieja, junto al palacio de la artesanía. Tan sólo debéis reservar en el lobby con antelación. También tiene un servicio especial todas las noches que te lleva y te trae del cañonazo en el Castillo de San Miguel.
Esa primera noche cenamos en uno de los bares del hotel, porque llevábamos más de veinte horas de viaje y entre el cansancio y la oscuridad de la calle decidimos aprovechar para descansar y madrugar al día siguiente para comenzar a recorrer La Habana.

Pedimos dos sándwiches cubanos, acompañados de una cerveza y un mojito, y cenamos de maravilla mientras escuchábamos un concierto de música cubana en directo, el broche de oro para ese primer día de travesía.
En el próximo post comenzaremos a recorrer las calles de La Habana, ¿vienes con nosotros? Sube que te llevo a La Habana!!
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