VIÑALES
- Sube que te llevo a...
- 27 may 2018
- 3 Min. de lectura

¡Hola viajer@s! Hoy os traemos una propuesta muy apetecible, si aún os quedan ganas de seguir descubriendo Cuba.
Después de patear La Habana y quedar para siempre enamorados de la magia y el encanto de la parte vieja, decidimos que era el momento de hacer una excursión y descubrir otros paisajes.
Nos habían recomendado ir a Viñales, situada a unos 200 km de La Habana, y pasar el día allí, visitar las plantaciones de tabaco y descubrir una faceta más rural de la isla.
Para hacer esta excursión tenéis distintas opciones, si no queréis alquilar un coche, podéis recurrir a una agencia de viajes o bien pactar la excursión con un conductor local.
El precio de ambas opciones es parecido, calculad unos 80 CUC por cabeza. Si decidís ir con agencia, recordad que la hora tope para hacer la reserva suele ser las 17h, y la excursión debe incluir desplazamiento, comida, visita a la casa del tabaquero y entradas a las cuevas y al mural de la prehistoria.
Nosotros contactamos con un conductor que les había hecho la excursión a unos amigos un mes antes, pero este señor nos dijo que no podía y nos dio el teléfono de otra persona, pactamos con él la excursión por 120 CUC, entradas y comida a parte.
A la hora convenida vino a recogernos al hotel, y nos pusimos en marcha en un auto clásico (con todo el glamour y la falta de aire acondicionado que conlleva) con destino el valle de Viñales.

Tras algo más de dos horas de trayecto y antes de llegar al pueblo de Viñales, nos detuvimos en uno de los miradores que podéis encontrar (en el del restaurante Finca El Paraíso) donde podréis disfrutar de unas vistas espectaculares del valle.
A continuación nos llevó a una plantación de tabaco, donde el personal de finca nos explicó el proceso de producción, recolección y elaboración del tabaco. Como es habitual en este tipo de excursiones, después de la visita guiada nos ofrecieron para comprar los puros que elaboran en esa finca, decidimos comprar unos cuantos macerados con miel y ron, que regalamos a nuestros amigos a la vuelta y por cierto les encantaron.
Viñales es un pueblo pintoresco, con pequeñas casitas de mil colores a ambos lados de la calle, a priori podría parecer que es un enclave rural donde poder descubrir la auténtica Cuba, pero a pesar de sus 4000 habitantes y de su apariencia apacible, es un lugar bastante turístico.
Seguidamente visitamos el Mural de la Prehistoria (entrada 3 CUC), que es un mural de 120 metros de alto por 180 de ancho, que pintó en 1961 Leovigildo González Murillo, discípulo de Rivera.

Después visitamos dos cuevas, la de San Miguel y la del Indio. En la entrada de la primera hay instalado un bar muy curioso, totalmente integrado en la roca y tiene una entrada de 3 CUC. En la entrada de la cueva del Indio hay un tenderete donde podréis ver como se exprime la caña de azúcar, y una vez dentro de la cueva debéis saber que la mitad del recorrido es andando y la otra mitad en barca. A la salida de la cueva del Indio podréis encontrar unos puestecillos de artesanías con precios muy interesantes.
De la cueva del Indio decidimos poner rumbo de vuelta a La Habana, y este trayecto se hizo un poco más largo porque cayó un aguacero considerable, pero en general podemos decir que fue un buen día.
Puntos a favor de hacer la excursión "por libre", sobre todo que vas a tu ritmo, y con más tranquilidad que con un grupo. Puntos negativos, al no llevar un guía oficial no obtienes la misma cantidad de información de los lugares que visitas. ¿Vosotros que opción preferís?
Ya sabéis que podéis poneros en contacto con nosotros y hacernos llegar cualquier duda que os surja, ¡nos vemos viajer@s!
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